La industria textil está considerada la segunda industria más contaminante del mundo, responsable del del 20% de las aguas residuales y del 10% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero. Y dentro de esta industria, uno de los textiles más dañinos para el medio ambiente es ni más ni menos que nuestro amadísimo pantalón de mezclilla.
Resulta que no solo está el tema de la contaminación por el colorante que se utiliza en estas prendas, sino por el consumo de agua que llega a ser de 8 000 litros de agua por pan de pantalones para después someterlo a desgaste prematuro. Entre stonewash, cortes y lijadas, le reducimos hasta un 80% la vida a un par de pantalones perfectamente fabricados. Esto implica que, si comparas la utilización de agua entre un par de pantalones sin desgaste y unos desgastados, al final los desgastados utilizaron 5 veces más agua.
Otro dato trágico; de acuerdo con el programa CottonWorks™ de Cotton Incorporated que es un recurso tanto industrial como profesional o profesional emergente en la industria textil y de la confección que desarrolla la experiencia en cada etapa del proceso de desarrollo y marketing de productos, con datos e investigación, análisis de mercado y tendencias, y vídeos informativos. México es el país donde se consume el mayor número de pantalones de mezclilla en el mundo.
De acuerdo con CottonWorks, cada mexicano en promedio tiene 16 pares de jeans; sí, lo leyeron bien ¡16! Y no contentos con esto, 56% de las personas afirmaron que planeaban comprar más jeans este año. Con éstas cifras podemos deducir que cada 5 mexicanos en promedio hemos echado al caño una alberca olímpica de agua, solo con nuestro guardaropa. El gasto en agua por jeans de cada persona, equivale a su consumo personal para la vida por más de 17 años, si tomamos en promedio los 100 litros de agua para consumo personal recomendados por la ONU.
Total, somos una tragedia. Pero ahí no acaba el tema. En el mundo se descartan miles de toneladas al año y ¿a dónde van a parar estos deshechos? Principalmente al desierto de Atacama, cerca del pueblo de Iquique a 1 800 kilómetros al norte de la ciudad de Santiago en Chile. Un frágil ecosistema que se encuentra amenazado en convertirse en el vertedero más grande del mundo.
Actualmente se estima que han sido depositadas más de 60 000 toneladas de ropa, ocupando un territorio de más de 100 000 kilómetros cuadrados. ¡Es tan grande que se puede ver desde el espacio! Si no me crees, velo tu mismo desde Google Maps.
Los niños del Cancer
Sería interesante que la etiqueta no solo marcara el precio, sino el costo ecológico. Además, en la región el tema de la mezclilla está costando literalmente vidas.
En San Mateo Ayecac, Tepetitla de Lardizabal Tlaxcala se considera el nuevo “rey” de la mezclilla. En la comunidad de Villa Alta, que también pertenece a Tepetitla de Lardizábal, se tienen tasas de mortalidad infantil que superan hasta 23 veces la media nacional, principalmente debido a un tipo de leucemia provocada por la exposición a productos químicos dañinos, advierte el investigador de la UNAM Octavio Rosas. La próxima considera este costo cuando te compres tus jeans rotitos de a 200 pesos.
Tasas de mortalidad infantil que superan hasta 23 veces la media nacional
Octavio Rosas, Investigador de la UNAM
Que viene
Con todo esto en consideración, hay muchas iniciativas que están volteando a otro lado para poder remediar la enorme contaminación provocada por el sector. En la región de Puebla Tlaxcala hay varias iniciativas interesantes como son el caso de Morphoplas que recicla 2 000 toneladas de pet al mes, convirtiendolas en hilo y fibra para la industria textil y la empresa NuCycles que recicla residuos de algodón para dar una segunda vida a los residuos industriales de este producto. Sin embargo, es un problema que solo se mitigará con un consumo responsable de ropa.
Por otro lado, se están desarrollando nuevos productos más sustentables con nuevos materiales, la celulosa bacteriana es uno de ellos. Este material derivado originalmente de la Kombucha, si, esa materia desagradable que se le forma al te negro después que lo olvidaste detras de la tele, es, de hecho, un consorcio de bacterias y levaduras que como subproducto generan fibras de celulosa. Otro material interesante y que no estamos aprovechando son las fibras de las hojas de maguey y de piña, así como aquellas del tallo del plátano. Ya hay negocios muy exitosos, sobre todo en el caso de la piña. La empresa Piñatex está elaborando cuero a partir de la fibra de las hojas de la piña que normalmente se quedaban en el campo tiradas. El proceso es meter las fibras, después de un suavizado, a una máquina afelpadora que con agujas entremezcla la fibra para hacer una tela no tejida que luego se infusiona de materiales plásticos que la hacen similar a un cuero.
Peeero, la fibra que realmente puede cambiar las cosas es el cáñamo industrial. Tanto es así que algunos la han llamado el John Wick de la sustentabilidad.
Algunos datos curiosos:
La primera Biblia por Guthemberg está impresa en cáñamo.
La Magna Carta que le imponen al rey John de Inglaterra en 1215 está escrita en papel de cáñamo.
El cáñamo es la fibra más fuerte de la naturaleza. La única actividad por la que pagaban a los esclavos negros en los Estados Unidos era ablandar las fibras de cáñamo.
Una hectárea de cáñamo produce 4 veces más papel que una hectárea de madera… Podríamos seguir.
El cáñamo tiene muchísimas aplicaciones:
Y ¿por qué esta maravillosa planta no es utilizada si México tiene el clima perfecto? Pues, porque es prima de la mariguana. El cáñamo de la especie Cannabis Sativa, tiene todos los beneficios y ninguna de las trabas, claro, pero es que hay intereses poderosos para que no existan plantaciones libres de cañamo. El primero son los señores de Culiacán y Jalisco. ¿Cómo van a dejarse quitar el monopolio del tema? El segundo es el lobbing de las empresas papeleras, algodoneras y farmacéuticas, que se verían seriamente afectadas por la producción del cáñamo.
Interesante tema para la reflexión de nuestros diputados.
Arranca Ya!